11.27.2006

Y yo qué se...

Nunca he tenido problemas para titular un post.

Cualquier gilipollez pergeñada por mi cabeza era válida.

Y hete aquí que no se qué título poner hoy.

Cómo resumir en una frase la transformación de un I don't like mondays en un Lunes al Sol...aunque fuera llueva y parezca que mi tejado alzará el vuelo en cualquier momento.

Cómo decir que hace escasamente tres minutos intentaba tocar el techo de mi pasillo a brincos desde mi uno sesenta escaso...(¿Que cuanto de escaso?...ejem...)

Que, joder, hasta los spaguetti pegados que acabo de perpetrar me están sabiendo a gloria bendita.

Ayer una buena amiga me regaló un momento que, desde luego, no olvidaré nunca, cuando decidimos poner fin a tres o cuatro años de dejaciones, más por mi parte que por la suya. La "novedad" que se negó a contarme vía sms, casi la única forma de contactar conmigo, no era ni que se casaba ni que lo había dejado con él.

Cuando me alcanzó unas fotos, con la mano temblando y los ojos llorosos, descubrí el milagro de la vida, el regalo visual más grande: su primer hijo...su príncipe, como lo llama ella. Y me emocioné, pero mucho.

Y me dí cuenta de que todas las mayores , o menores, chorradas que a mí puedan ocurrirme, son males menores en comparación con que ella no pueda estar con su hijo el día de Navidad, ni Año nuevo. Ni tan siquiera en Reyes.Que me dieron ganas de apedrear las lunas del escaparate del lugar donde trabaja, coño.

Que sí, que me tengo que replantear mis relaciones con el teléfono móvil. Que iré a conocer a su príncipe antes de que acabe el año, claro que sí.

Que no está la vida para dejar pasar de largo a la gente que realmente importa, ésa que pasen días , años o lustros siempre están ahí, aunque tú no lo sepas o no lo quieras saber.


A todo esto...¿A que hace un día estupendo?

11.17.2006

Saturday night

Como hoy no me apetece ni repasar mi vida ni contar nada en particular, al margen de que mi portátil es fantástico...y de que mi conexión a internet tardará aún quince días más grrrrrrrr...os comento qué he hecho el pasado sábado.


Si bien mi idea era ponerme como un pilcel, cuando llegué a casa ya no me apetecía. así que cogí lo primero que encontré planchado, que nviene a ser una blusita negra y un vaquero, me di cuatro brochazos de maquillaje...sí, cuatro justos, y allá me fuí.


Primera parada, recoger a mi amiga.

Se monta en el coche y me espeta:

- Oye, que después hemos quedado con X y con unos amigos suyos...y que dice que luzcas canalillo.

¿Quedamos?¿En plural?¿Canalillo?

dirijo mi mirada asesina al asiento del copiloto.

- Joder...que no es una encerrona...

¿Ah no? Excusatio non petita...ûes si no es una encerrona, desde luego, no se le puede parecer más.


Y no es que yo dude del buen gusto de X, que, al menos, en cuestiones estéticas es infalible, y si ella elige a un amigo para mí será un chico de bandera...pero paso.

- Venga, M, ahora vamos a cenar y después pasamos por tu casa y te cambias, total, sólo tienes que ponerte una camiseta.

Es decri, que una camisa desabotonada hasta el límite no es lo que entienden las señoras por ropa para ligar.

- Bueno, ya veré.

O sea, no.


Y es que tras una década de enlazar un novio con otro, esto de estar soltera y que los demás organicen a quién he de tirarme...me resulta extraño, cuando menos. Y desagradable.


Durante la cena mi amiga me pide una aspirina...abro el bolso con sumo cuidado, pero nada, chico, ella asoma la cabeza y mierda. Tarde.

- Ejem.

- Bah, pero si sabe dios cuánto llevan ahí, estarán a punto de caducar.

- Pues será porque tú quieres.

Lo dice con recochineo. Amigas para esto. Y no, no es "porque no quiera". Es simplemente, que tengo la política de hablar al menos tres horas con cualquiera que vaya a meter en mi cama y entre mis piernas...y los sábados noche no son precisamente caldo de cultivo para conversaciones de esa duración. Punto. Me da igual que les parezca una costumbre de los más peregrina.


Y máxime estando sentado a la mesa lo que yo considero la conjunción más perfecta entre belleza e inteligencia que he conocido, encarnado en metro ochenta y cinco, ojos oscuros y rizos negros. Vamos, que tan perfecto me parece que ni siquiera pretendo tirármelo...con escucharlo me basta. De verdad.


Tema de parte de la cena...los blogs. Yo como si no conociese tal palabra, ja ja.

Tras la cena, pub tranquilito y debates varios.

A las tres mi amiga comienza a evidenciar síntomas de inquietud.

- Mira, que no. Que no me voy con vosotras y esos " amigos".

- Eres una imbécil.

Vale. Lo que quieras. No pienso acudir a ninguna cita a ciegas que no haya organizado yo.


Me quedé con el resto. Y miré al metro ochenta y cinco. Y él me miró a mi.

Y , como dijo Bécquer...hoy creo en Dios.

11.09.2006

Operación portátil...o como un elefante en una cacharrería.

O como hacer, nuevamente, el gilipollas por un tío que probablemente no se merezca tales desvelos.

Porque una, que pensaba que su cupo de tonterías para el 2006 estaba holgadamente sobrepasado tras ese lamentable episodio en el que decidió dar al traste con toda su vida anterior(lo cual incluía, por cierto, una relación maravillosa de siete años y pico de duración con chico igualmente maravilloso), procediendo, simultáneamente, a habitar su casa en alegre contubernio con un fulano al que únicamente conocía de una cena...concluye que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra...y que una no es un hombre pero animal un rato largo.

Y llegados a este punto, un día se descubre a sí misma rozando el exhibicionismo ante una webcam...y se da cuenta de que nunca aprenderá. Y que, dado que su detención por tal motivo será cuestión de días, u horas, como siga observando esos comportamientos en los ciber de la comarca, determina que lo mejor será comprarse un ordenador.

Y aquí me tenéis, entre pentiums, atlones, intel centrinos core duo y demás, tarjetas gráficas, módems y otras historias que, al igual que las anteriores, no tengo ni puñetera idea de qué significan.

Cada vez que algún dependiente se me acerca a preguntar si me puede ayudar, yo le escapo. Pero si ni siquiera sé qué tengo que preguntar...

Nada más. Espero que mi próximo post pueda ya escribirlo desde mi casa.

Y brindemos.

11.05.2006

Ella

Irrumpió en mi vida cuando yo tenía once años.

Su llegada me proporcionó innumerables tardes de libertad, totalmente impensables de cualquier otra manera.

Ella lo cambió todo, y a partir de entonces nuestras vidas discurrieron paralelas.


Y ahora, convertida ya en la mujer que eres, te miro y no puedo menos que sentirme orgullosa.
De tí. de lo bien que los has hecho.

Dicen por ahí que te pareces muchísimo a mí...y yo les digo que quién me diera ser la mitad de lo que tú eres.

Porque lo has hecho bien, pero que muy bien, reitero.
Bravo por tí.
Porque pese al pásimo ejemplo que siempre te he dado, has sabido afrontar la vida con valor, pero sin mis temeridades; luchando por tu libertad, pero sin ofender.

Poque cada vez que abres la boca nos das una lección de tu saber estar, de tu infinita madurez, que sorprende a tus dieciocho recién cumplidos.

Y que, cada vez que veo a una familia tirándose los trastos a la cabeza por las cuatro perras de una herencia, yo te recuerdo...y pienso que la única "herencia" por la que me pelearé será por seguir recibiendo tus besos y abrazos...y por ganarme tu respeto y, sobre todo, tu confianza.

Que adoro tu modestia...porque eres guapísima, aunque tú no lo sepas y no seas consciente aún de los estragos que causas. Y es lo bonito, porque así no te convertirás en una estúpida engreida.

Que no olvido tus palabras de este verano, cuando te pregunté que por qué llorabas. Tu respuesta: "Si tú lloras, yo lloro también". Lógica aplastante a la que nada tuve que objetar.

Que te escuchaba cuando llamabas a tus amigos y les decías que no te esperasen, que "tenías cosas que hacer". Y luego venías a mi habitación, a intentar sacarme de cama y bajarme a la calle.

Y que quizá nunca escuches de mi boca ese enorme GRACIAS que te debo.

Tu odio a las verduras, al queso y sobre todo...el pánico que te causan las arañas, animalejo odioso donde los haya. Tu aficción a Piratas y a todo lo que toque Iván Ferreiro.
Que por ser, hasta eres zurda, como yo.

Que nunca tendré el valor de decirte que ERES MI VIDA,y que nunca te digo lo mucho que te quiero por miedo a que me tiemble la voz.

Y mucha suerte con el tío ese...más bien vampiro, diría yo, que vaya tela con las marquitas...y no te preocupes, que no se notan a simple vista.

Pero es que eres mi hermana, y miraría tu cuello una y mil veces. Que lo sepas.


Y que esto sí que no lo imprimo...

Contador Gratis ecoestadistica.com Geo Visitors Map